viernes, 24 de abril de 2009

El dragon


De pequeño, en las noches de verano, me solía quedar observando como un pequeño saurio al que llamábamos el dragón cazaba mosquitos y palometas que volaban cerca de una bombilla amarilla que teníamos en la terraza. Con el paso de los años me entere que el nombre de dragón no correspondía a un nombre infantil sino que era como se denominaba a aquel saurio en valenciano: dragón o dragones. Me ha seguido fascinando este pequeño saurio achatado como si le hubiera caído un libro encina. La otra tarde estaba leyendo, cuando de entre las vigas asomó su cabeza el dragón. Fui raudo a coger una cámara, sin ánimo de hacerle la competencia nadie. Con el destello el pequeño dragones, tímido él, volvió a refugiarse entre las vigas. Y cual no fue mi sorpresa cuando revise la fotografía y vi una doble imagen de mi dragón, sin saber aun la causa de cómo se pudo ocurrir. Será el aura de mi valiente dragón.

3 comentarios:

Ferran dijo...

Dragon Rapid, triste memoria.

Biel Aliño dijo...

yo que tu llamaria a Iker Jimenez.

Eduardo Manzana dijo...

Uno flores e insectos y otro vertebrados varios....
las fotos del periódico que salen humanos... quien coño las hace?