miércoles, 8 de febrero de 2012

AMARRADO AL DURO POSTE!

Cada vez más se ve en las calles de nuestra ciudad pobres perros atados a una farola, a un semáforo, a un árbol, a un aparcamiento de bicicletas, a la puerta de una tienda a la puerto de un bar… mientras sus mejores amigos, el hombre, se encuentra realizado una compra, una gestión o tomándose una cerveza. Y mientras por la cabeza del can pasan como un torrente la idea de que es solo un breve momento o se quedará allí atado para siempre.